La Braserí, en la 9ª planta, combina cocina madrileña tradicional con influencias internacionales en un entorno elegante. Sus platos estrella incluyen el bocadillo de calamares estilo Montera y tartar de gamba roja. En la 10ª planta, El Cielo de Chicote ofrece coctelería icónica y un ambiente que captura la esencia de la movida madrileña.